Y si, ayer sábado promediando las nueve treinta comenzó el recital de Moris en la explanada de la Biblioteca Nacional, con asientos para unas 150 personas, el cual no fue impedimento para que los asistentes duplicaran esa cantidad, Moris repazo su vasta carrera, "Pato trabaja en una carnicería", "Zapatos de gamuza azul", "Nocturno de Princesa", "Tengo 40 millones", "Sábado noche" (junto a su hijo Antonio), "Ayer nomas" y "El oso", fueron algunos de los temas, y hasta una versión de "Viento dile a la lluvia" de Nebbia pudimos escuchar.
Magia, solo magia es lo que los temas de este artífice de sentimientos musicalizados nos da, una prueba mas de que no todo pasa por un celular cumbiero, ni por un recuerdo que ya se empieza a olvidar nitidamente, los grandes están para rendirse tributo a si mismos, y nosotros, para paladearlos... una vez mas.
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